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SENTIDOS

EL SENTIR DE MIS PIES

Por:

Julián Ignacio Marín Aristizábal

 

Camino erguido,

pues desde pequeño lo he aprendido,

de mis manos me he desprendido,

pues ya otros usos han adquirido,

ya las uso como palanca para caminar,

mis pies soportan mi peso ya.

Camino descalzo entre un camino de bambúes,

paso a paso, entre tierra y piedras,

mis pies se ensucian, y presión siento en ellas;

deseo entonces descansar un poco,

así que entro en el espacio de los bambúes,

las hojas caídas están, y suenan al caminar,

cada paso que doy, es una sensación de bienestar,

ellas cumplen la labor de limpiar,

lo que en su momento la tierra y las piedras,

habían de ensuciar.

Salgo de entre los bambúes sin premura,

y me encuentro con un camino divisorio,

hecho de cemento, para dividir momentos;

ahora ya me encuentro,

pisando grama verde, y aún sigo descalzo.

Haciendo lo que todos hacen,

pero que pocos reflexionan,

el talón punta, o punta talón,

me lleva a otra sensación;

la arena ya recorro,

y allí no corro,

poco a poco me adentro,

en el mundo del grano a grano,

granos que juntos conforman la arena del mundo;

mientras recorro, y  me pica la planta,

objetos de madera conforman laberintos y pirámides,

el laberinto no lo comprendo,

es por ello que me dispongo,

a subir de estandarte en estandarte,

para llegar a lo más alto.

De la misma manera como subo,

bajo por el otro lado,

continuando mi camino,

pues lo que se viene,

es un chapuzón con ropa,

aclaro entonces,

es con ropa, porque no me sube hasta las rodillas,

y mucho más, porque es un pantalón de mezclilla.

Ya mojado hasta las rodillas,

y con la intención de disfrutar,

me voy para el otro charco,

donde me relajo por las burbujas que hay,

y así es como he terminado,

mojado hasta las rodillas,

un trasegar lleno de sentires,

y uno de ellos era cosquillas. 

EXPERIENCIA OLFATIVA por: Juan Esteban Rodríguez Dávila

 

Bambú

Al adentrarse en el pequeño trayecto tapado con ramas de bambú, un aroma fresco y suave se puede percibir. El ozono del bambú pareciera escapar de sus tallos en forma de un perfume refrescante pero leñoso y seco al mismo tiempo. 

 

Suelo

El terreno del parque, cubierto de grama en algunas partes, despide una combinación de olores bastante curiosa. Por un lado, el humus de la tierra arcillosa emana un olor distintivo, húmedo, lodoso. Sin embargo, y sorprendentemente, se percibe de inmediato como un agradable olor fresco, limpio y orgánico.  Por otro lado está el césped que cubre la tierra, cuyo olor se puede describir como un fragante olor a hierbas variadas y esencias orgánicas.

 

Agua de los pozos

El agua de los estanques en el Parque de los Pies Descalzos huele a hojas y flores perfumadas que han caído de los árboles o que el viento ha llevado hasta las piscinas. Manos laboriosas, con instrumentos de limpieza, desinfectan los pozos, razón por la que el agua nunca se estanca ni se pudre.

 

Árbol

La corteza del árbol Calistemo Blanco, tiene un característico olor dulzón, como un perfume de chocolate aromático y tentador y sus hojas tienen un fuerte y delicioso aroma azucarado que enseguida cautiva y encanta. 

 

IMÁGENES SONORAS

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